Expusieron ayer por la mañana los abogados de la querella Rosana Silva, Eduardo Davis y Pedro Velázquez Ibarra de manera planificada, emotiva y clarificadora, señalando los delitos cometidos y las pruebas que lo incriminan a Colombo
NECESITAMOS SABER DONDE ESTAN
La demorada audiencia de los alegatos comenzó con la exposición de la abogada de Ismael Rojas, doctora Roxana Silva quien fue describiendo pormenorizadamente los padecimientos sufridos por los detenidos y desaparecidos durante el gobierno del dictador Colombo. Expuso con claridad, de manera ininterrumpida, sin muletillas ni descansos, señalando y probando el grado de perversidad demostrado por las fuerzas represivas del estado terrorista en los diversos tipos de torturas perpetradas a los detenidos, las condiciones inhumanas de detención, y los casos probados de desaparición de personas en dependencias policiales al mando directo de ex interventor Colombo, como el de Fausto Carrillo, el de Mirta Insfrán y el de Ricardo Borgne incluidos en la causa. Agregó que hoy en Formosa, ya se contabilizan con más de 36 desaparecidos. La perspectiva de género agregó una cuota adicional de dramatismo y estupor al enumerar y tipificar los vejámenes sufridos por las mujeres detenidas, teniendo como corolario el nacimiento en cautiverio con la madre esposada como lo fue el caso de Mirta Clara.
Calificó a Colombo como autor mediato de los delitos de lesa humanidad por el dominio que poseía sobre todo el sistema represivo y por facilitar desde el gobierno los recursos logísticos para que tales delitos se cometieran.
Para finalizar expresó que “a pesar de los testimonios que se han aportado en esta causa, no se ha podido lograr saber dónde están los cuerpos de nuestros desaparecidos. Muchos de los testigos de las distintas fuerzas cayeron dolosamente en el ocultamiento de la verdad” Señalando que “a pesar de haber pasado más de 30 años el pacto de silencio, acordado al principio, continúa tan vivo y tan vigente”. Como argentinos necesitamos saber dónde están los cuerpos de nuestros desaparecidos y dónde están los hijos apropiados”
LA POLICIA ERA PARTE
El doctor Eduardo Davis, abogado de la familia Diaz, centró su alegato en el caso relacionado con el comisario de policía Ramón Luciano Diaz, y el de Hilario Ayala, actualmente desaparecidos, basándose centralmente en el testimonio del policía Dionisio Espinosa.
El caso de Diaz tanto por la declaración de Espinosa como por su jefe de policía fue motivado por que la víctima tenía pruebas sobre una defraudación en la mutual policial. Y en el caso de Ayala por haber alertado de personas que iban a ser secuestradas.
Davis acusó directamente a Colombo como el máximo responsable de estas desapariciones ocurridad en el ámbito de la policía provincial dependiente directamente bajo su mando. La policía era parte de un todo en el plan sistemático de la represión, donde cada repartición y todas ellas participaron en este accionar ilegal. A tal punto que hasta las municipalidades cedieron sus cementerios para esta finalidad delictiva. Por tales razones hizo responsable máximo al dictador Colombo de los delitos de secuestro, privación ilegítima de la libertad, torturas, desaparición forzada de personas en calidad de homicidio; agregando además el delito de genocidio.
DEL FALLO DEPENDE LA ESPERANZA
El doctor Velázquez Ibarra por su parte explicó el contexto histórico para comprender la actitud del ex gobernador de facto. Planteó su trayectoria militar caracterizada en un enfrentamiento viceral con el peronismo, que lo llevó a participar hasta en levantamientos. Lo describió como “una persona violenta, desquiciada, imbuida de la filosofía procesista mesiánica y patológica, que llegó a Formosa con la necesidad de crear la subversión para ocultar sus verdaderos fines de reformatear el modelo distributivo”. Ya que, según el abogado, víctima y querellante, “en nuestra provincia no hubo ningún hecho de violencia que pueda ser considerado subversivo. Recordó que monseñor Scozzina, los miembros del STJ de entonces, el juez Vivas, y el propio Borrini, habían corroborado esta situación.
Señaló como pruebas de la responsabilidad penal del imputado el brindar las instalaciones y el personal, para perpetrar el genocidio. Mencionó los decretos reservados de ascenso por merito extarodinario a los represores; y los decretos de transferencia de fondos, para detenidos en el Rim 29, hasta que “se conozca su destino final”.
Demostró que Colombo estaba por encima del Area de seguridad 234. Mencionó el caso de Alfredo Barberis, secuestrado por el jefe del area de seguridad, y liberado inmediatamente por orden del entonces gobernador. Probó además que no hubo conducción dual de la policía, como no la hay en ninguna fuerza militarizada. Existe solo la conducción conjunta, pero con plena responsabilidad en los hechos.
Con el acta de secuestro del escritorio de Elsa Chagra y el caso de Higinio Balderrama explicó la subordinación del poder judicial a las directivas del ejecutivo, configurándose la figura de la suma del poder público.
Para el querellante, Colombo no desconocía los hechos que se le imputan. “Fue uno de los máximos responsablaes, que contó con la aprobación de la sociedad de Formosa”.
Finalizó su alegato diciendo que “ni el olvido borra el pasado ni la memoria repara lo irreparable”, señalando que “del fallo de este tribunal depende que la esperanza sea posible nuevamente”.
FUENTE: http://revistachaque.com.ar
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