lunes, 29 de marzo de 2010

LA CAJA BOBA


El kirchnerismo que denosta sin cuartel alos periodistas del grupo Clarín, utilíza las mismas técnicas de manipulación, pero con resultados adversos.

El programa oficialista 6,7,8 del kanal 7, cuya popularidad pasa, no por el rating, sino por el odio que genera en la gente, es decir, la gente lo mira, para putearlos, mientras escucha la mas retorcida argumentación en favor del matrimonio bipresidencial, de mano de comunicadores profesionales a sueldo.

Salvo la tribuna, compuesta absolutamente por aplaudidores oficiales, el resto de la gente que los mira se pregunta ¿a que se dedicarán estos mercenarios despues del 2011?.

Pero bueno, este engendro de programa sin embargo tiene cosas atractivas y es generar expectativas acerca de ¿que huevadas en favor del gobierno dirán ahora?, y hay que reconocer que la transpiran, y son magníficos en el arte de la manipulación y en el arte de la actuación, porque hasta ponen cara de sinceros.

Abusan del formato televisivo original de TVR, creación de Manuel Gvirtz, pero lejos de resultar irónicamente graciosos, las notas se hacen insoportables por lo "oficialista", aunque tenga componentes de verdad. Y como el dueño del control remoto es el televidente, no Nestor Kirchner, ni Delía, o Moyano, van para atrás en rating.

Muy poco ayudan las participaciones ocasionales de Hebe de Bonafini, con su habitual intolerancia y autoritarismo, o "cuantas minas que tengo" copani, o "apurate josé" parodi, la florencia peña (que pena), y el conductor Victor Hugo Morales, quién abusó de su imagen, defendiendo la ley de medios, y fue por mas, defendiendo absolutamente todo lo del gobierno, incendiandose como un bonzo.

Iguál suerte corren, el original del emulo del formato, TVR, que tiene el rating mas bajo de todos sus años de producción.

Y finalmente el otro engendro oficialista "Duro de Domar", desfigurado absolutamente, conducido por Tognetti (ex Cqc), que parece "largo", el mayordomo de los locos Adams.

Cada vez que hace un chiste "oficialista", tiene menos gracia que un elefante haciendo danzas clasicas.Hasta podría afirmar que da escalofríos.

En realidad, lo que los productores cobran en pauta oficiál, pierden en rating, entonces como todo programa sin rating, esta condenado al fracaso.

La pregunta del millón es ¿tendrá directa correlación la impopularidad de estos programas "oficialistas", con la calidad de imagen del matrimonio bipresidencial?.

Generalmente quien no tiene una buena imagen televisiva, poco puede esperar de las urnas.

Tambien es una expresión de deseo.

Leonardo Fernandez Acosta.

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