jueves, 9 de junio de 2011

ANTIDOTO CONTRA LA CULTURA


Por Leonardo Fernández Acosta.

Mientras que las carreras técnicas en la UNaF (Universidad Nacional de Formosa) no tienen ningún obstáculo para conseguir laboratorios, becas, pasantías, etc, etc, como sucede con las carreras de Recursos Naturales, curiosamente las mas útiles a los “nuevos” dueños de la tierra, a los grandes terratenientes, a los grandes garc…, hay otras carreras que tienen que deambular “entre el cielo y el infierno” para poder asistir a clases.

La Facultad de Humanidades es la más castigada por la desidia de las autoridades del Rectorado, pero no son los únicos responsables puesto que los otros cuerpos colegiados, docentes, no docentes y estudiantes cargan igual responsabilidad en el desarraigo al que someten a los futuros profesores de letras, matemáticas, geografía, historia, etc ¿Será porque no resulta útil al modelo de “peones de campo” profesionales X dos mangos?
La UNaF no necesita mas “cucardas” para demostrar la franca decadencia en que, años de apetencias personales ni siquiera políticas, tuvieron como resultado entre otras cosas, un juicio en el fuero federal por falsificación de títulos, una fiesta hot con stripers escandalosa y sin responsables, una disputa a cuchillazos entre las “oligopólicas” facciones del peronismo y para que enumerar las “víctimas” simbólicas como la perdida de excelencia académica y el descrédito de los profesionales recibidos.

Todo esto sin embargo, debería por lo menos dejar de suceder de acuerdo a las denuncias en la Justicia y en los medios de circulación provincial y/o “federal”, término concordante en armonía a los delitos cometidos en la “alta” casa de estudios, además, porque aparentemente vivimos en un estado de derecho que hace que todo mantenga un orden socialmente aceptado.
Pero no es así, la natural inercia de la sin razón sigue enseñoreada a la vista de todos, sobrepasando la capacidad de asombro de la opinión pública y cuando uno piensa que las cosas se superan naturalmente, aparece un nuevo “catrasca” y retrotrae la historia a la primigenia “cagada”, al comienzo, dejando una profunda duda ¿nunca aprenden?.

Pero sumerjámonos en el núcleo de esta historia ¿Cómo? Acordándonos de las novelas Farenheit 451 de Ray Bradbury, “1984” de Orwell o Un Mundo Feliz de Huxley cuya trama en general nos muestra una sociedad futura aniquiladora de la individualidad del sujeto y la humanidad latente en todo grupo social ¿Qué tiene que ver con la UNaF? Absolutamente nada pero me pareció interesante traerlo al texto (Chiste).

En particular Farenheit 451 donde en una apretada síntesis, en el futuro un gobierno totalitario prohíbe leer ya que leer hace pensar y ellos solo desean que los ciudadanos sean felices en tanto que leer libros ocasiona insatisfacción, por eso los bomberos quemaban todos los libros, pero uno por curiosidad un día se guarda uno y no lo quema. A partir de allí su vida cambia, disfruta del placer de la lectura y experimenta sensaciones nunca antes conocidas.

Por supuesto que después se le arma un kilombo infernal, pero eso deberían averiguarlo comprando el libro y solo esta pequeña síntesis permite realizar una analogía con el último “hit” de la UNaF.

“Una imagen vale mas que mil palabras” reza el dicho, lo cual es una boludez absoluta porque según expertos nada puede fotografiar el amor, el odio, la estupidez. Este último caso se representa en la imagen de inicio con libros, cientos de libros donados, cientos de libros donados tirados y abandonados deteriorándose en el intermodulo de la UNaF. Todos nuevos, algunos cayéndose al agua y otros totalmente humedecidos hasta rotos.
Los libros tirados están a la vista de todos, alumnos, profesores, etc, sin embargo nadie los levanta, nadie pide que los recojan. Todos los asumen inservibles, desechables sin siquiera saber lo que contienen y lo peor, en una Universidad Pública.

Vamos a otra analogía, pero mucho mas desagradable y terrible, mucho mas terrible “El 29 de abril de 1976, Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba, ordenó una quema colectiva de libros, entre los que se hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry, Galeano... Dijo que lo hacía "a fin de que no quede ninguna parte de estos libros, folletos, revistas... para que con este material no se siga engañando a nuestros hijos". Y agregó: "De la misma manera que destruimos por el fuego la documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina".(Diario La Opinión, 30 de abril de 1976).


Y terminemos esta columna porque es muy larga, salvando las distancias y librando a la mente del lector la emisión de un juicio después de esta lectura, ¿Cómo podría definirse a una Universidad Nacional y Popular que tira libros nuevos o los deja que se pudran?.-

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